Cuando tomamos la decisión de financiarnos, hay que hacerlo con prudencia, responsabilidad y con el calce de plazos y tasas. Esta es la primera recomendación que puedo darles. Y la segunda es que inviertan en educación financiera, justamente porque es algo que les va a dar el conocimiento necesario para que puedan aplicarlo a cualquier negocio que decidan emprender.
A la hora de diseñar un buen flujo de fondos, tenemos que pensar en cómo podemos generar más caja para evitar entrar en situaciones deficitarias. Cuidar la caja hoy se ha vuelto vital en términos de proyecciones tanto hablando de finanzas personales como de finanzas corporativas. A mi entender, uno debería mirar primero su situación financiera y luego su situación de rentabilidad.
Ahora bien una empresa está para ganar dinero también, así como las personas físicas queremos tener más dinero para consumir más o ahorrar para invertir y generar ingresos extraordinarios. Acá nos encontramos ante una dualidad. Como generar más ingresos de dinero extraordinarios cuando nosotros no tenemos dinero? La respuesta es el “Leverage Financiero”. Suena muy lindo, pero vamos a explicar el concepto para que todos lo entendamos.
El leverage o apalancamiento financiero es un indicador que muestra el efecto positivo que tiene la utilización de un capital de terceros (ejemplo: préstamo personal) sobre la rentabilidad de un capital propio (ejemplo: invertir en la construcción de una casa). Gracias al apalancamiento, podemos invertir más dinero del que realmente tenemos y obtener así más beneficios que si hubiéramos invertido solo nuestro capital disponible (que a veces nos falta). Cuanto más nos endeudemos, más apalancados estaremos. Se toman riesgos, pero las ganancias pueden ser mayores también.
Por qué es conveniente apalancarse financieramente
Cuando una empresa recién comienza a operar y necesita crecer en activos rentables para hacer que le negocio progrese, el apalancamiento es la estrategia más efectiva. La clave pasa por “calzar” plazos y tasas de interés. Es decir que por ejemplo tomo $100.000 a 1 ano de plazo (lo mejor es hacerlo como un préstamo bullet donde solo pago intereses durante la vida del préstamo y devuelvo capital al vencimiento). La empresa con esos $100.000 inmediatamente los aplica en la producción de una renta superior al costo de la deuda, para poder crecer en activos y generar lo que se llama “ganancia de spread”. Crecer con capitales de terceros permite que una empresa crezca mucho más rápido en activos que si creciera solamente con capitales propios.
Cuando uno comienza a utilizar la estrategia del leverage financiero para crecer, la clave pasa por la renovación constante de vencimientos de deuda. Expresado en otras palabras, como empresa debería buscar no vender activos propios para que con la reinversión constante de utilidades (el famoso interés compuesto) mis activos crezcan de manera exponencial y en el largo plazo repagar esa deuda con utilidades.
Para el caso de una persona física, el apalancamiento debería servir para generar ingresos extraordinarios y así poder tener más dinero disponible para destinar una parte al consumo y otra parte al ahorro e inversión. Siempre que una persona tome deuda, debe asegurarse la aplicación de esos fondos en un negocio de igual duración que la deuda y que le de un retorno mayor. Una vez que el negocio que vaya a realizar me dio la utilidad deseada, lo primero que hay que hacer es “marcar la ganancia”, cancelar esa deuda y quedarte con ese dinero extra que lo generaste sin poner plata de tu bolsillo. Ahora por el contrario, si no tenes negocio para hacer, no tomes la deuda a menos que sea para cubrir una situación deficitaria, en la cual lo primero es analizar la tasa de interés para ver si está en línea con la inflación o si no es conveniente tomar esa deuda y financiarte por otro lado.
Administrar brechas de tasas y plazos
La primera recomendación que doy es aplicar el “enfoque de cobertura” que se basa en vincular los activos y su correspondiente financiación en función de su grado de permanencia, de tal manera de financiar el negocio que quiera hacer con el vencimiento de la deuda tomada. En segundo lugar buscar que la tasa de interés que pago por la deuda sea menor al rendimiento que me produzcan esos activos en donde tengo aplicados los fondos tomados. El objetivo es buscar administrar el GAP (brecha en inglés) de tasas y plazos para mitigar riesgos.
El caso más representativo es la intermediación financiera que hace un banco, aunque con una particularidad. El GAP positivo de tasa es muy grande, lo cual lo hace muy rentable. Pero el GAP negativo de plazo si bien es enorme (los bancos prestan a largo plazo pero toman en corto plazo) tienen tanta liquidez y fondos de maniobra que les permite estar siempre líquidos a la hora de pagar una deuda (ejemplo que le rescaten plazos fijos).
Una empresa que está intermediando productivamente para calzar su negocio, cuanto más tiempo pueda mantener la deuda vigente, más tiempo va a tener para hacer crecer su negocio siempre y cuando aplique el 100% de los fondos a la inversión y genere utilidades.
Conclusiones
Cuando una empresa recién comienza a operar, es realmente muy difícil acceder al financiamiento bancario, dado que los motores de calificación que utilizan a la hora de financiar a una pyme son realmente exigentes y te piden no menos de 2 o 3 balances para poder calificar a tomar deuda (prestamos, descuento de cheques, acuerdos para descubierto, entre otros).
El modelo del fideicomiso es muy utilizado hoy para empresas jóvenes que buscan financiarse. Por las ventajas que ofrece el modelo, sobre todo impositivas, es muy recomendada esa forma de financiamiento inicial. El tiempo hace que la empresa a medida que va creciendo en activos y generando utilidades, más posibilidades va a tener de ir tomando deuda bancaria para poder diversificar su estrategia de financiamiento y reemplazando pasivos.
En la práctica muchas veces sucede que al inicio las empresas tienen que pagar costos financieros mayores hasta que se van asentando en el mercado y pueden ir bajando su costo de financiamiento accediendo al sistema financiero argentino y el mercado de capitales, donde a través del fondeo institucional se consiguen muchas mejores tasas de interés a plazos mucho más largos.
Cuando tomamos la decisión de financiarnos, hay que hacerlo con prudencia, responsabilidad y con el calce de plazos y tasas.
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